A muchos adolescentes, les preocupa su aspecto físico y algunos se sientena complejados con su cuerpo. Esto es particularmente ciertodurante la pubertad, momento en que experimentan importantes cambios corporales y en que han de afrontar nuevas presiones sociales.
Desafortunadamente en una proporción de niños y adolescentes que va en aumento, esta preocupación puede llegar a convertirse en una obsesión que, a su vez, puede derivar en un desórden alimenticio. Los trastornos del apetito, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, provocan fluctuaciones exageradas en el peso, interfieren en la vida diaria y pueden repercutir negativa y permanentemente sobre la salud.
Los padres pueden contribuir a que sus hijos no desarrollen esteotipo de trastornos favoreciendo el desarrollo de autoestima y actitudes sanas en relación a la alimentación y el aspecto físico.
Por lo general, los desórdenes alimenticios incluyen la presencia de pensamientos y sentimientos negativos y de autocrítica sobre el peso corporal y sobre la comida y de hábitos alimentarios que interfieren en el funcionamiento normal del cuerpo y las actividades cotidianas.
A pesar de que los desórdenes alimenticios son más frecuentes en las chicas, también pueden afectar a los chicos. En EE.UU., son tan frecuentes que 1 o 2 de cada 100 adolescentes sufren un trastorno de este tipo, generalmente la anorexia o la bulimia.Lamentablemente, muchos niños y adolescentes logran ocultar desórdenes alimenticios a sus familias durante
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